¿Qué beneficios tiene la jornada intensiva de trabajo? ¿Puede llevarla a cabo cualquier trabajador? Esto es todo lo que tienes que saber de la jornada intensiva.
Qué es la jornada intensiva
Es cuando se lleva a cabo toda la jornada laboral sin ningún tipo de descanso más que el obligatorio -15 minutos si se trabajan más de 6 horas seguidas- se dice que se tiene una jornada intensiva.
Básicamente, se trata de realizar la jornada laboral sin parar. Es lo opuesto a la jornada laboral partida. También se le conoce como jornada laboral continua.
Un trabajador puede llevar a cabo su jornada de dos formas distintas: jornada partida o jornada continua (o intensiva).
- Jornada partida: Se trabaja tanto por las mañas como por las tardes, con un descanso de algunas horas para que los trabajadores puedan comer. La empresa puede o no cerrar en ese período de tiempo.
- Jornada continua: La jornada laboral se lleva a cabo de corrido, por lo que se trabajan todas las horas seguidas sin ningún parón para comer. La empresa no cierra en ningún momento durante la jornada.
Tipos de jornadas intensivas
La jornada intensiva es un derecho que tienen los trabajadores, siempre y cuándo se recoja en el Convenio Colectivo. También se puede tener derecho a ella si se disfrutaba de este tipo de jornada laboral antiguamente y fue modificada, si las circunstancias lo permiten.
Aunque todas las jornadas intensivas son “iguales”, se pueden reconocer en distintos períodos de tiempo. Así es como se diferencian los tipos de jornadas laborales en un horario continuo. Te explicamos cuáles hay.
Jornada especial de verano
Algunas empresas llevan durante la mayor parte del año una jornada partida y en verano cambian su horario. Así, los trabajadores pasan a trabajar de forma continua durante unos meses.
Las fechas en las que se adopta esta jornada especial de verano se establecen en el Convenio Colectivo, y hay una gran variedad de opciones.
Te dejo el enlace para que puedas consultar el Convenio Colectivo.
Algunas empresas simplemente se adhieren a este horario durante uno o dos meses, como pueden ser julio o agosto, mientras que otras lo hacen durante todo el verano (junio a septiembre).
Aunque no tiene por qué ser así, esta jornada especial puede suponer que se trabajen menos horas. Esto es especialmente corriente cuando, durante el resto del año, se llevan a cabo jornadas de más de 40 horas semanales. De esta forma se compensa el cómputo de horas trabajadas, dando lugar a final de año a un total de 40 horas por semana o lo que indique tu convenio.
Jornada intensiva un día a la semana
Otra forma muy común de aplicar la jornada intensiva es que se realice un único día a la semana. Este día suele ser viernes o sábado. Mientras que el resto de la semana se trabaja en un horario partido, un día se lleva a cabo en jornada continua.
Al igual que sucede con la jornada de verano, esto puede resultar debido a que durante la semana se trabaja algo más de 8 horas diarias. En el día intensivo se compensa trabajando menos horas, pudiendo conseguir un total de 40 horas al final de la semana.
Ventajas de la jornada intensiva
Muchos trabajadores prefieren la jornada intensiva al horario partido. Hay motivos de peso para querer disfrutar de un horario laboral que es continuo, con sus respectivos descansos para comer.
Conciliación de la vida familiar y laboral: Independientemente de que se trabaje por la mañana o por la tarde, con un horario continuo se tiene el resto del día completamente libre. Esto permite poder disfrutar de la familia y amigos, realizar hobbies, practicar deportes y mucho más. Es uno de los principales motivos por los que los trabajadores prefieren este tipo de jornada laboral.
Ahorro de costes: Debido a que no hay un descanso prolongado para comer, ni parones de varias horas. Un trabajador no tiene que gastar dinero en comida, lo que puede suponer un ahorro de cientos de euros a fin de mes.
Sin necesidad de desplazarse: Los tiempos sin actividad laboral llevan, generalmente, a que los trabajadores tengan que desplazarse a sus domicilios nuevamente -para comer- o a otros sitios. Esto es debido a que pueden pasar varias horas antes de que vuelvan a sus puestos de trabajo.
Pero no sólo hay ventajas de cara a los trabajadores. También las empresas pueden conseguir beneficios si aplican este tipo de horario de trabajo.
Los estudios demuestran que este tipo de jornada consigue aumentar la productividad. Los trabajadores están más concentrados en sus tareas cuando se adopta este tipo de horario continuo. Esto lleva a que sean más productivos y la empresa funcione mejor.
