Indemnización por despido improcedente

Cuando nos han despedido de un despido de forma considerada no legal, o que no procedía, se tiene derecho a una indemnización por despido improcedente. ¿Cuál es el importe de esta indemnización y cuándo se paga?

Cuándo se toma un despido como improcedente

No todos los despidos son considerados como improcedentes, aunque sí que muchos despidos tienen derecho a una indemnización que se calcula en función del tipo de despido que se ha llevado a cabo.

Para poder acceder a una indemnización por despido improcedente es necesario que el trabajador despedido impugne el despido, es decir, que solicite la nulidad, y que suceda alguna de los dos supuestos siguientes:

  1. El juez declara el despido como un despido improcedente y la empresa escoge el pagar al trabajador la indemnización correspondiente.
  2. La empresa es la que reconoce el despido como despido improcedente en un acto de conciliación, ya sea de forma administrativa previo al juicio o de forma judicial, y ofrece al trabajador la indemnización correspondiente por despido improcedente.

Si no sucede alguno de estos dos supuestos, no se puede percibir la indemnización por despido improcedente.

Desde el año 2012 se prohibió el hecho de poder reconocer en la carta de despido la improcedencia del despido, pagando la indemnización directamente al empleado. Ahora es estrictamente necesario que se lleve a cabo una demanda de nulidad y su correspondiente proceso judicial o la conciliación administrativa previa para poder acceder a esta indemnización.

La readmisión del trabajador en lugar de la indemnización

Aunque hablemos de la indemnización por despido improcedente, no es la única opción que tiene la empresa. Cuando se declara un despido como improcedente, la empresa no está obligada a pagar al trabajador por ello sino que tiene dos opciones: el pago de la indemnización o la readmisión del trabajador a su puesto de trabajo.

En el caso de readmitir al trabajador, la empresa deberá de pagar los salarios de tramitación, es decir, aquellos sueldos que no percibió desde el momento en el que fue despedido hasta que se readmite a su puesto.

Esta decisión -sobre readmitir o indemnizar- es única y exclusiva de la empresa. Un trabajador sólo podrá escoger entre dichas opciones cuando éste sea el representante de los trabajadores de la empresa.

Cuánto se paga de indemnización por despido improcedente

La cantidad de dinero que podemos recibir por la indemnización por despido improcedente está relacionada directamente con el salario que percibimos en la empresa que nos ha despedido. Se calcula en días por año trabajado y la podemos encontrar en dos tramos distintos en función de la antigüedad de nuestro contrato.

Los contratos anteriores al 12 de febrero de 2012 permiten obtener 45 días por año trabajado de indemnización, hasta un máximo de 42 mensualidades.

Los contratos posteriores al 12 de febrero de 2012 permiten obtener 33 días por año trabajado de indemnización, hasta un máximo de 24 mensualidades.

De esta forma, desde la reforma laboral de 2012, sólo se puede tener acceso a los 45 días por año trabajado si se cuenta con un contrato previo a dicha fecha. Y sólo se tendrán en cuenta los días por año hasta el 12/2/2012.

¿Sólo pueden cobrar la indemnización los contratos indefinidos?

Cualquier trabajador que considere que su despido no procede puede reclamar ante un juzgado la decisión. En el caso de que la misma empresa o un juez reconozca la improcedencia del despido se puede cobrar la indemnización.

Ni la cuantía ni el tipo de indemnización se modifica en función del tipo de contrato de trabajo, por lo que la indemnización por despido improcedente la pueden cobrar todos los trabajadores que hayan sido víctimas de este fin de la relación laboral.

El finiquito no es la indemnización

Muchas personas tienen la falsa creencia de que el dinero que se percibe por el finiquito a la hora de terminar un contrato de trabajo o ser despedidos es una indemnización por haber dejado la empresa.

El dinero del finiquito no es más que la compensación del dinero que aún no se había entregado al trabajador. Es decir, los días de sueldo no pagados, las vacaciones no disfrutadas y la parte proporcional a las pagas extra que corresponden al trabajador. Todo ese dinero es el que le corresponde en ese momento al trabajador que deja la empresa, y se percibe ya sea un despido o una renuncia.

La indemnización, por otra parte, es un derecho al que solo se puede acceder en determinadas ocasiones. Una de ellas es cuando se produce un despido improcedente como es el caso que comentamos en este artículo, pero también se puede acceder a ella en otros casos, como cuando se realiza un despido por causas objetivas o al terminar un contrato temporal. En estos casos, a diferencia del improcedente, no es necesario que el trabajador presente su falta de conformidad con el despido ante un juzgado para poder recibir el dinero correspondiente.

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